Eso era lo que estaba escrito en un papel de libreta cuadriculado con un rotulador grueso.Y sentados en el suelo, una pareja como tú y como yo. Llevaban nuestra misma ropa e incluso creo que yo tengo sus mismos zapatos. No tenían en absoluto el aspecto que nos imaginamos cuando pensamos en gente que pide por las calles. Para nada. No me paré a hablar con ellos porque me dio la sensación de que les pasaría lo mismo que a mi. Aquella situación les daba un tremendo pudor. Y lo sabían. Claro que lo sabían. Cuando te llega a pasar algo como eso te tienes que tragar tus convicciones y tus principios. Tienes que poner la mano. Y cuando llegue alguien a darte unas monedas, mirar para otro lado. Porque la vergüenza puede más. No nos pensábamos que la fiesta iba a acabar así, al menos los (pocos) que creían que estábamos en una. Porque, ni nunca fuimos ricos ni tampoco lo pretendimos. Solamente quisimos aprovechar lo recursos que se nos brindaban..tú no lo harías?.
Españoles sin recursos, rumanos sin recursos, ecuatorianos sin recursos y también argentinos sin recursos. Unos recursos que ahora han desaparecido y se han esfumado. Como todo lo que no es real. Pero no es así..están ahí. Como magos de feria, nos hipnotizan para que nos creamos lo que dicen, como antes, cuando lo teníamos todo al alcance de la mano y era todo tan fácil
Por eso, hoy, sólo se me ocurre decir a quien tuvo la oportunidad de frenar éste desastre y a aquel que ahora tiene la capacidad de frenarlo que se vaya a la putísima mierda y que por favor,solamente por favor.no insulte mi inteligencia. Sólo eso.
domingo, 11 de noviembre de 2012
viernes, 9 de noviembre de 2012
no, no eran para ella
Ayer volvió a pasar otra vez. La carne es débil (por supuesto) pero yo lo soy más solamente cuando pienso en ella. Le dije que me quedaba una hora y me fui a las cinco de la mañana. Nos lo pasamos tan bien juntos!. Hablamos mucho, muchísimo aunque en éstas charlas yo tengo un objetivo que creo que, en la mayoría de los casos llego a cumplir : quiero que se ría . Me da la impresión de que, con la vida que ha tenido (y que tiene) no necesita a una persona que la agobie con sus decisiones borrosas. Y me parece de lo más lógico.
Ayer volvió a pasar otra vez. Pero esta vez mejor que nunca. Mi cuerpo se fundió con el suyo y fuimos uno sólo. Ayer solté el timón . Fue hermoso y salvaje a la vez. Mitad humano y mitad animal. Luego le pregunté, como (lamentablemente) hacemos todos los hombres y me dijo que había estado muy bien. Se que fue muchísimo más que eso (lo leí en sus ojos) pero no me lo dirá nunca porque, como me dijo otra de cuyo nombre hoy ni recuerdo "no lo vas a tener nunca todo ganado". Ya, lo comprendo. Se leer entre lineas.
Ayer volvió a pasar otra vez. Vi a su hija por un ratito y la ternura me atrapó. Me parece imposible resistirse a que esa cosa tan bonita te de un beso así que, ayer, no lo pude evitar y yo mismo le di uno de buenas noches. Sin que ella se diera cuenta, claro. De momento, recela un poco de mi pero creo que vamos a ser muy buenos amigos y nos vamos a llevar muy bien.
Ella siempre estuvo ahí, en mi cabeza. En la (quizás vaga) idea que siempre tuve de una mujer. Por eso, ayer llegué a la conclusión de que todas las cosas que hice por ella no eran para ella. Eran para ti.
Ayer volvió a pasar otra vez. Pero esta vez mejor que nunca. Mi cuerpo se fundió con el suyo y fuimos uno sólo. Ayer solté el timón . Fue hermoso y salvaje a la vez. Mitad humano y mitad animal. Luego le pregunté, como (lamentablemente) hacemos todos los hombres y me dijo que había estado muy bien. Se que fue muchísimo más que eso (lo leí en sus ojos) pero no me lo dirá nunca porque, como me dijo otra de cuyo nombre hoy ni recuerdo "no lo vas a tener nunca todo ganado". Ya, lo comprendo. Se leer entre lineas.
Ayer volvió a pasar otra vez. Vi a su hija por un ratito y la ternura me atrapó. Me parece imposible resistirse a que esa cosa tan bonita te de un beso así que, ayer, no lo pude evitar y yo mismo le di uno de buenas noches. Sin que ella se diera cuenta, claro. De momento, recela un poco de mi pero creo que vamos a ser muy buenos amigos y nos vamos a llevar muy bien.
Ella siempre estuvo ahí, en mi cabeza. En la (quizás vaga) idea que siempre tuve de una mujer. Por eso, ayer llegué a la conclusión de que todas las cosas que hice por ella no eran para ella. Eran para ti.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
la increíble historia del hombre con cuatro nombres
Ha llegado la hora de disipar dudas. Se quién soy, eso lo tengo claro ( que ya es más de lo que muchos pueden decir), pero montones de veces he tenido un enorme problema para explicar el porqué de mis nombres. Hoy precisamente voy a aclarar, paso a paso, los motivos de éste desorden. Porque, como todo en la vida, hay siempre una explicación, a veces más complicada de lo que parece.
Nací en París, porque mis padres, como muchos otros en aquellos años tuvieron que emigrar. Cuando me contaban la increíble odisea que vivieron trasladándose de un pueblecito en la cuenca minera a una señora ciudad con todas las letras tengo la misma sensación que cuando era un crío y el patio del colegio me parecía un mundo sin límites. Alguna vez paso por allí y me río...Por eso, lo mensurable (al menos para mi) es algo tan subjetivo.. Pues bien, ya se conocían de antes y fue allí donde se convirtieron en pareja. Ella trabajaba en una fábrica de chocolate y era una de esas operarias que, vestidas con un delantal muy mono, cerraban las cajas de bombones. Sí, muy Amélie, lo se..pero así me lo cuenta ella. Mi padre trabajaba en el barrio latino y se dedicaba a montar muebles. Algún día os contaré la emocionante y loca aventura que vivieron él y un compañero cuando, por culpa de un encargo, fueron a parar a la casa de un sobrino de Braque y, en un estudio del pintor, se encontraron con un Picasso tirado en el suelo y de como se les paso por la cabeza, por un momento, el robarlo. No ocurrió..pero siempre que nos reuníamos en nochebuena, la contaba como si fuera una gran hazaña. Mi madre pronto entabló amistad con su encargada, una señora oronda y que, en las fotos que yo conservo, siempre está de buen humor. Se empeñó en ser mi madrina y de bautizarme con el nombre de Stéphane. El gran problema era que yo, casi desde que era un proyecto, ya tenía otro asignado : David. Así que, a última hora, pegaron los dos de forma chapucera y quedó algo indeterminado que puede pasar por ser un nombre compuesto.
Llegamos a España en el año 1970. Como todos sabéis, durante casi 40 años tuvimos que aguantar al mismo tío que no veía con muy buenos ojos todo aquello que viniera de fuera. Así que, por obra y gracia de un funcionario de la época, pasé de llamarme Stéphane a lo que él creía que era una traducción correcta al castellano: Esteban. Fue por sus cojones, como muchas cosas que pasaban en aquel momento. Actualmente, y con cierta gente (generalmente siempre del trabajo) lo utilizo. Me sirve para no dar explicaciones e integrarme sin llamar mucho la atención. Cuando fui un poco mayor intenté cambiarlo de nuevo, pero meterme en un gran lío burocrático me daba mucha pereza. La gente de mi circulo más intimo me conocía por mi nombre francés así que no era algo que requiriera un cambio urgente.
Ahora viene lo del fabuloso mundo de las redes sociales. Hace tres años, cuando mi vida cambió de repente, decidí ser una persona nueva..al menos de cara al ciberespacio. Tome prestado el nombre de mi padre, Chema, que en aquel momento pasaba por un mal momento. En alguno sitio (no me preguntéis dónde porque no lo recuerdo) leí que ponerte el nombre de una persona a la que quieres es una forma bella de darle fuerza y ánimos, en el caso de que tenga un problema o esté enferma. También le añadí un apellido: Santirso, que es el lugar en el que ahora vivo. Vida nueva y amigos nuevos, aunque hay gente que dice que no valen porque no conozco a la mayoría...que saben ellos.
Por último y para ellas (sí, es lo que os imagináis) soy brianwilson, ese chico que se quita años y del que puedes ver la foto según tenga el día. Los lunes, por ejemplo soy muy parlanchín y los miércoles paso de largo mientras me tomo un gintonic en la barra y tarareo una canción. Al final, siempre pasa lo mismo, me aburro de ver a tanta egoísta que encabeza su perfil con la palabra "quiero"..Ya, y tu que das?. Lo de siempre, me voy a una página de instrumentos musicales y hago cuentas con el (escaso) presupuesto que tengo hasta que se hace tan tarde que, lógicamente, me entra el sueño.
Bueno, pues cada uno de éstos cuatro soy yo. Como Presidente de los Estados de Ánimo que me he proclamado, unos días estoy triste y otros me da vergüenza que me vean radiante. Realmente, todos somos así, aunque no tengáis la enorme suerte de utilizar un nombre distinto para cada ocasión.
Nací en París, porque mis padres, como muchos otros en aquellos años tuvieron que emigrar. Cuando me contaban la increíble odisea que vivieron trasladándose de un pueblecito en la cuenca minera a una señora ciudad con todas las letras tengo la misma sensación que cuando era un crío y el patio del colegio me parecía un mundo sin límites. Alguna vez paso por allí y me río...Por eso, lo mensurable (al menos para mi) es algo tan subjetivo.. Pues bien, ya se conocían de antes y fue allí donde se convirtieron en pareja. Ella trabajaba en una fábrica de chocolate y era una de esas operarias que, vestidas con un delantal muy mono, cerraban las cajas de bombones. Sí, muy Amélie, lo se..pero así me lo cuenta ella. Mi padre trabajaba en el barrio latino y se dedicaba a montar muebles. Algún día os contaré la emocionante y loca aventura que vivieron él y un compañero cuando, por culpa de un encargo, fueron a parar a la casa de un sobrino de Braque y, en un estudio del pintor, se encontraron con un Picasso tirado en el suelo y de como se les paso por la cabeza, por un momento, el robarlo. No ocurrió..pero siempre que nos reuníamos en nochebuena, la contaba como si fuera una gran hazaña. Mi madre pronto entabló amistad con su encargada, una señora oronda y que, en las fotos que yo conservo, siempre está de buen humor. Se empeñó en ser mi madrina y de bautizarme con el nombre de Stéphane. El gran problema era que yo, casi desde que era un proyecto, ya tenía otro asignado : David. Así que, a última hora, pegaron los dos de forma chapucera y quedó algo indeterminado que puede pasar por ser un nombre compuesto.
Llegamos a España en el año 1970. Como todos sabéis, durante casi 40 años tuvimos que aguantar al mismo tío que no veía con muy buenos ojos todo aquello que viniera de fuera. Así que, por obra y gracia de un funcionario de la época, pasé de llamarme Stéphane a lo que él creía que era una traducción correcta al castellano: Esteban. Fue por sus cojones, como muchas cosas que pasaban en aquel momento. Actualmente, y con cierta gente (generalmente siempre del trabajo) lo utilizo. Me sirve para no dar explicaciones e integrarme sin llamar mucho la atención. Cuando fui un poco mayor intenté cambiarlo de nuevo, pero meterme en un gran lío burocrático me daba mucha pereza. La gente de mi circulo más intimo me conocía por mi nombre francés así que no era algo que requiriera un cambio urgente.
Ahora viene lo del fabuloso mundo de las redes sociales. Hace tres años, cuando mi vida cambió de repente, decidí ser una persona nueva..al menos de cara al ciberespacio. Tome prestado el nombre de mi padre, Chema, que en aquel momento pasaba por un mal momento. En alguno sitio (no me preguntéis dónde porque no lo recuerdo) leí que ponerte el nombre de una persona a la que quieres es una forma bella de darle fuerza y ánimos, en el caso de que tenga un problema o esté enferma. También le añadí un apellido: Santirso, que es el lugar en el que ahora vivo. Vida nueva y amigos nuevos, aunque hay gente que dice que no valen porque no conozco a la mayoría...que saben ellos.
Por último y para ellas (sí, es lo que os imagináis) soy brianwilson, ese chico que se quita años y del que puedes ver la foto según tenga el día. Los lunes, por ejemplo soy muy parlanchín y los miércoles paso de largo mientras me tomo un gintonic en la barra y tarareo una canción. Al final, siempre pasa lo mismo, me aburro de ver a tanta egoísta que encabeza su perfil con la palabra "quiero"..Ya, y tu que das?. Lo de siempre, me voy a una página de instrumentos musicales y hago cuentas con el (escaso) presupuesto que tengo hasta que se hace tan tarde que, lógicamente, me entra el sueño.
Bueno, pues cada uno de éstos cuatro soy yo. Como Presidente de los Estados de Ánimo que me he proclamado, unos días estoy triste y otros me da vergüenza que me vean radiante. Realmente, todos somos así, aunque no tengáis la enorme suerte de utilizar un nombre distinto para cada ocasión.
begoña
En el amor y en la guerra todo vale..eso dicen. Y cuando comenzamos una relación especial nos comportamos como los jugadores de una partida de cartas. Analizamos cada una de las posibilidades hasta que, casi por defensa propia, guardamos nuestras mejores bazas para el final. Otras veces hacemos creer al contrario lo que no somos, para que, con eso, parezcamos más interesantes y atractivos...nos tiramos un farol. Pero creo,sinceramente, que si quieres ganar, tienes que apostar sin las cartas marcadas..todo sobre la mesa, trasparente..sin trampas. Probablemente no consigas nada o lo que resulte de todo eso sea poca cosa, pero el amor no es ningún un juego...es algo más.
Aunque va a negar toda la vida que nos conocimos en esa página , fue en ese bar..lo juro. Pero por ella me voy a inventar un pasado nuevo. Uno que se parezca a esos musicales que siempre acaban bien y en los que todo es perfecto. Teníamos pensado tomarnos algo cerca de su casa pero quería sorprenderla así que la llevé a un café bonito que han abierto en el centro. Llevaba un abrigo que no le sentaba nada bien y, rápidamente, deduje que en su vida rebosaba la actividad. Esa misma era la causante de que, aún siendo coqueta (creo que más que la mayoría de las mujeres) no tuviera ese tiempo tan necesario para cuidarse y mimarse..porque su hija está primero (es lógico) y su trabajo, después. Ese que, lamentablemente, es el que nos da de comer. Hablamos mucho de todo..de lo mal que está la vida, de lo egoístas que somos y de esos momentos tan íntimos que vivimos en algún momento solos, en la sala de algún cine. Nos fuimos a otro sitio y noté un detalle tan leve como revelador...sus pies tocaban mi silla, como si quisiera decirme sin palabras lo bien que se sentía en aquel momento. Y llegaron los primeros besos, esos que ella dice que nunca se olvidan porque nunca van a ser los mismos..porque están llenos de la magia del recuerdo. Esos que nos da por evocar cuando tenemos un momento agradable sin importancia o cuando la vida nos da un duro revés y necesitamos curarnos.
Me abrió las puertas de su casa y vi una foto preciosa en la que ella lleva a su hija a la espalda. Está todo ahí. Lleva el peso de esa familia y tiene que ser fuerte..pero también es una mujer sensible.. y necesita que la quieran. Aquella noche fue especial, y la del sábado..y la de ayer, en la que fui solo para hablar un rato y me quedé. Porque estar con ella me hace feliz. Tan feliz como lo es ella cuando mira a Leonor.
Aunque va a negar toda la vida que nos conocimos en esa página , fue en ese bar..lo juro. Pero por ella me voy a inventar un pasado nuevo. Uno que se parezca a esos musicales que siempre acaban bien y en los que todo es perfecto. Teníamos pensado tomarnos algo cerca de su casa pero quería sorprenderla así que la llevé a un café bonito que han abierto en el centro. Llevaba un abrigo que no le sentaba nada bien y, rápidamente, deduje que en su vida rebosaba la actividad. Esa misma era la causante de que, aún siendo coqueta (creo que más que la mayoría de las mujeres) no tuviera ese tiempo tan necesario para cuidarse y mimarse..porque su hija está primero (es lógico) y su trabajo, después. Ese que, lamentablemente, es el que nos da de comer. Hablamos mucho de todo..de lo mal que está la vida, de lo egoístas que somos y de esos momentos tan íntimos que vivimos en algún momento solos, en la sala de algún cine. Nos fuimos a otro sitio y noté un detalle tan leve como revelador...sus pies tocaban mi silla, como si quisiera decirme sin palabras lo bien que se sentía en aquel momento. Y llegaron los primeros besos, esos que ella dice que nunca se olvidan porque nunca van a ser los mismos..porque están llenos de la magia del recuerdo. Esos que nos da por evocar cuando tenemos un momento agradable sin importancia o cuando la vida nos da un duro revés y necesitamos curarnos.
Me abrió las puertas de su casa y vi una foto preciosa en la que ella lleva a su hija a la espalda. Está todo ahí. Lleva el peso de esa familia y tiene que ser fuerte..pero también es una mujer sensible.. y necesita que la quieran. Aquella noche fue especial, y la del sábado..y la de ayer, en la que fui solo para hablar un rato y me quedé. Porque estar con ella me hace feliz. Tan feliz como lo es ella cuando mira a Leonor.
lunes, 5 de noviembre de 2012
la noche en la que (por fin) pude volar
Pocas veces tienes la ocasión de asistir a un espectáculo irrepetible, muy pocas, pero ayer ocurrió. Conozco todas sus canciones y me habían hablado de sus directos pero nunca me hubiera imaginado que fuera así. Neil Hannon es como de otro mundo. Con mi misma edad, ya es el autor de al menos una docena de los mejores temas de toda la historia de la música pop. Allí estaba, un chico flacucho y con pinta de no haber roto un plato en su vida. Y comenzó su show...él quiere ser un dandy y dar una imagen sofisticada...pero es todo mentira.. todo. Es ese irlandés borracho que te cuenta mil historias sobre su vida. Algunas te las crees y otras no..pero las cuenta tan bien!. En esa escasa hora y media jugueteó con sus canciones como si fuera un niño, sin apenas darles importancia hasta que caes en la cuenta de lo bonitas y bien construidas que están. Algún que otro compositor famoso mataría por uno sólo de sus temas..uno de esos que te enseña socarronamente, mientras te cuenta un chiste y le da un trago a un botellín de mahou. Increible. Fueron sonando todas, perfect lovesong, everybody knows, generation sex...y cuando llegó the summerhouse, casi me echo a llorar. Tocando sólo ese piano de cola, la melodía parecía posarse en los objetos y en las cabezas de la gente...a mitad de la canción, me doy cuenta de como, la parte del oboe que la hace tan mágica, es tarareada por una amiga (a la que quiero mucho) y que está sentada a mi lado. No hay presupuesto para orquestar esa maravilla....pero da igual, la canción está ahí...viva, como esos recuerdos de los que habla. No lo olvidaré jamás.
Fui feliz y me olvidé de todo . Y luego grité "quédate, no te marches"... ojalá me hubiera hecho caso...porque ayer por la noche la crisis, el paro y toda esa mierda no existían..sólo todos esos momentos agradables que vivimos alguna vez y que sólo existen en sus canciones.
Fui feliz y me olvidé de todo . Y luego grité "quédate, no te marches"... ojalá me hubiera hecho caso...porque ayer por la noche la crisis, el paro y toda esa mierda no existían..sólo todos esos momentos agradables que vivimos alguna vez y que sólo existen en sus canciones.
domingo, 4 de noviembre de 2012
leer entre lineas
Ésta semana me han pasado dos cosas, una mala y otra buena.
pd. (te debo un post para ti sóla)
El martes y debido a un problema familiar de mi ex mujer, tuve que hacerme cargo de mi hijo en la casa en la que viví durante un tiempo. Soy reacio a quedarme mucho tiempo porque, aunque siempre hablo de quitarle el valor sentimental a las cosas, en realidad no puedo. Así que, a la media hora de quedarme sólo con él, me entró el pánico. Como los fantasmas del pasado que aparecen en la película de Guerín, los recuerdos de mi padre y de mi vida feliz en pareja aparecieron. Me tuve que ir rápidamente. Así que, sin avisar, la llamé y le dije que no podía estar ni un segundo más allí. Me mando a una amiga para que se hiciera cargo de nuestro hijo y me escapé. Desde un sitio indeterminado la llamé más tarde y le explique lo difícil que era para mi entrar allí. Si por mi fuera, lo borraría todo, pero no puedo.
El jueves he tenido una cita con una chica. Nos habíamos mandado algunos emails y pronto me di cuenta que de ahí iba a surgir algo. Siempre me ha atraído un tipo de mujer muy especial. Le doy importancia al físico, es verdad, pero lo que me más me atrae de ellas es que sean valientes. Y ella lo es. Igual que a mi, nos ha tocado jugar con cartas muy malas..y hemos salido airosos...pero, por el camino,se han quedado muchas piezas rotas. Begoña es madre soltera y tuvo a su hija después de una decisión muy difícil en la que apostó por una vida incierta en la que iba a ser responsable toda su vida de alguien. Le pasa como a mi, hemos dado tanto que tenemos una gran anemia de cariño. El sábado, después de contarnos todo ésto y tomarnos un vino de 4 euros, empezamos con nuestra terapia.
pd. (te debo un post para ti sóla)
jueves, 1 de noviembre de 2012
velas que se apagan
Hoy ha sido un día bastante malo. Mi abuela va sufriendo un severo deterioro y el tío de mi ex mujer,al que apreciaba por haberse portado maravillosamente con mi padre en una ocasión, ha muerto hoy de cáncer de pulmón. Además, cegado por la rabia, he puesto a la madre de mi hijo entre la espada y la pared. De mi boca han salido cosas que ni siquiera hubiera imaginado que iba a decir nunca. Luego he llegado a casa y me he preguntado mil veces que me había pasado y quién era ese que buscaba toda esa bronca. Por un lado, la sensatez y por otro, el corazón....elige. Que una persona te diga que eres el causante de todos sus males y de un tratamiento psicológico no sienta muy bien. He comido y me echado a la siesta y, cuando me he levantado, he pensando en romper con esa vida y con esa casa que mi padre me ayudo a construir y en la que fui tan feliz. Quiero deshacerme de ella a toda costa porque ver esos recuerdos no me sientan nada bien. Porque me trasformo al verlos y me convierto en una persona llena de ira. Y es imposible odiar algo que has amado tanto. Así que creo que se la voy a regalar. Quiero empezar de cero. Quiero ser feliz y que todo lo que me atormenta, desaparezca. Porque el de hoy no era yo..era otro.
jueves, 25 de octubre de 2012
la vida es una trampa
Eso dijo mi abuela hace unas semanas. Quizás es verdad. Lo que está claro es que no voy a esperar casi 92 años para darme cuenta.
Desde éste lunes, mi tía y ella se han venido a vivir con nosotros. Ya no está en condiciones de hacer nada y (no se si de repente) se ha vuelto una dependiente. Es duro ver como una persona, poco a poco, se va deteriorando hasta convertirse en poco más que en un envoltorio. Lo viví de cerca con mi padre y no es agradable, para nada. También empieza a ser consciente de que ésta es la recta final y no para de repetírmelo. Me voy a morir, me dice. Éstos días también he estado cabreado conmigo y con todos. Me he planteado, en un ejercicio de auto-reflexión, que pasaría si no la hubiera conocido, si no me hubiera casado y si no hubiera tenido hijos. Me ha dado por pensar incluso en que todo ha sido un intento fallido por integrarme en un mundo en el que los demás se mueven con soltura y yo no. Mi respuesta a todo es que me queda mucho camino por recorrer (espero que no sean tantos años como mi abuela y morirme mucho antes) y que voy a pasar días malos, muy malos, en los que no voy a ver un atisbo de mejora en mi hijo y en los que me cuestiono si todo lo que he pasado no ha sido un tremendo error. Ayer, mi vida no tenía arreglo y me acordé de la frase de mi abuela, mientras en el móvil un escueto y aséptico " hola " aparecía en la pantalla. La persona a la que juré amor eterno y con la que viví 9 años me escribía un mensaje por compromiso. Una trampa, no lo olvides
Desde éste lunes, mi tía y ella se han venido a vivir con nosotros. Ya no está en condiciones de hacer nada y (no se si de repente) se ha vuelto una dependiente. Es duro ver como una persona, poco a poco, se va deteriorando hasta convertirse en poco más que en un envoltorio. Lo viví de cerca con mi padre y no es agradable, para nada. También empieza a ser consciente de que ésta es la recta final y no para de repetírmelo. Me voy a morir, me dice. Éstos días también he estado cabreado conmigo y con todos. Me he planteado, en un ejercicio de auto-reflexión, que pasaría si no la hubiera conocido, si no me hubiera casado y si no hubiera tenido hijos. Me ha dado por pensar incluso en que todo ha sido un intento fallido por integrarme en un mundo en el que los demás se mueven con soltura y yo no. Mi respuesta a todo es que me queda mucho camino por recorrer (espero que no sean tantos años como mi abuela y morirme mucho antes) y que voy a pasar días malos, muy malos, en los que no voy a ver un atisbo de mejora en mi hijo y en los que me cuestiono si todo lo que he pasado no ha sido un tremendo error. Ayer, mi vida no tenía arreglo y me acordé de la frase de mi abuela, mientras en el móvil un escueto y aséptico " hola " aparecía en la pantalla. La persona a la que juré amor eterno y con la que viví 9 años me escribía un mensaje por compromiso. Una trampa, no lo olvides
martes, 23 de octubre de 2012
un día especial
Me he levantado temprano y he desayunado muy poco..casi no tenía hambre. Luego me he dedicado a hacer unas chapuzas. Sobre la una, aproximadamente, me he duchado y he ido a buscar a mi hijo al colegio. Parece que hoy sale contento. Bien. Nos vamos en mi coche y en media hora nos plantamos en casa. Lentejas para mi y croquetas para él. Acaba de comer y sale corriendo a columpiarse. Mientras tanto, leo un libro. Luego saltamos en la cama elástica y pintamos en el suelo con tizas gigantes. Se hace de noche pronto, muy pronto.Ya no hacemos deberes. Le baño y le preparo la cena. Tortilla de patata. La llamo, quedamos y nos vamos. Vuelvo a casa. Ceno algo (muy poco) y veo el fb, el correo, su blog y una página de instrumentos musicales. Me voy a dormir. Apago la luz. Otro día más.
viernes, 19 de octubre de 2012
el arte (perdido) de la conversación
Otra vez en la página. Otra vez. Busco y localizo. Sólo veo rostros y fotos manipuladas para que no pueda reconocer a gente o para que me fije en detalles que ni siquiera quiero saber. Hablo con gente que no conozco de cosas que ni siquiera me importan. Hay que llenar huecos, de eso se trata. ¿Tú no tienes foto?. ¿Llevas mucho tiempo aquí?. ¿Cuando fue tu última relación?. ¿Te gusta dar paseos por el campo?. No, no me gusta hablar de estupideces. Mientras tanto, el interés disminuye. Me desinflo. Mis palabras se van acumulando, atropelladas, en un enorme bloque de cemento. Son grandes cantidades de nada. En eso se van a quedar. No me gusta.
Me llama la atención la imagen de alguien que ha borrado parte de su pasado. Se ha quedado con un pedazo de ese día y esa hora de felicidad. Y ha tirado el resto. Y el resto se ha ido a ese limbo de fotografías que nunca tenían que haber existido, si hubiéramos conocido sólo unos segundos antes, lo que nos iba a pasar.
Como esa foto que ayer se cayó de un libro y que quise tirar a una papelera. Pudo ser, pero nunca fue nada.
Me llama la atención la imagen de alguien que ha borrado parte de su pasado. Se ha quedado con un pedazo de ese día y esa hora de felicidad. Y ha tirado el resto. Y el resto se ha ido a ese limbo de fotografías que nunca tenían que haber existido, si hubiéramos conocido sólo unos segundos antes, lo que nos iba a pasar.
Como esa foto que ayer se cayó de un libro y que quise tirar a una papelera. Pudo ser, pero nunca fue nada.
martes, 16 de octubre de 2012
2.45
Vamos a jugar parar el tiempo unos instantes. Sólo los necesarios como para dejar de pensar. Quiero que me digas lo que ves por tu ventana. Que te sientes en tu sillón y cierres los ojos. Ahora trata de recordar el roce de una mano o cómo huele su pelo... El sonido de su nombre y el brillo de sus ojos al acordarse de una fecha. Deja atrás tus dudas porque, en éste instante, no existen. El tiempo se va a parar. Y mientras en cada ventana de cada edificio que has visto se percibe la vida, en la tuya, inexplicablemente, no hay nada. Porque ahora, en éste instante, no necesitas que ocurra algo. De verdad que no lo necesitas. De verdad
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lunes, 15 de octubre de 2012
zerkalo
Este fin de semana tan largo que (menos mal que) ya ha pasado se han sucedido acontecimientos que ni siquiera tenía constancia de que hubieran pasado antes. Otros han ocurrido sin que me diera cuenta de ellos. Pero uno en concreto me ha llamado la atención. ¿Es posible que, como en una vieja radio que emite ondas electromagnéticas, alguien , parecido a ti, haga lo mismo?. Pues sí, parece que ocurre. Me quedé estupefacto al comprobar que, otra persona (muy cercana a mi hace poco tiempo) era capaz de escribir algo bastante (muy) similar a lo que yo había escrito una semana antes. Los dos lo hemos expresado de forma diferente pero en el fondo todo estaba ahí. Creo que hemos tenido experiencias muy parecidas y quizás esa sea la causa. Retomo pedacitos de nuestra (diminuta) convivencia y percibo de veras el porqué de sentirme tan a gusto y de que ella lo estuviera conmigo. En alguna ocasión me llego a expresar que se sentía cómoda en ciertas situaciones muy particulares y que no ocurría con otras personas. Me pasaba lo mismo. Y yo no voy a negar tampoco que el verla o escucharla ofrecía en mi un resultado terapéutico mayor que cualquier tratamiento posible. Probablemente estamos hechos del mismo material
La vida nos ha llevado por caminos muy diferentes y hemos tenido compañeros de viaje equivocados. Pero aunque todo ésto coincida hay algo que se me escapa y que me sobresalta. No se si fuimos o si llegaremos a ser una pareja perfecta. Lo que si que se es que, inexplicablemente, ella es un espejo. Está todo ahí..mi carácter, mis dudas y mis miedos, mis mejores momentos y sobre todo, la forma de preguntarme siempre por qué hay un porque para todo. Aunque ahora ella ya no lo hace (o por lo menos eso me ha dicho).
La vida nos ha llevado por caminos muy diferentes y hemos tenido compañeros de viaje equivocados. Pero aunque todo ésto coincida hay algo que se me escapa y que me sobresalta. No se si fuimos o si llegaremos a ser una pareja perfecta. Lo que si que se es que, inexplicablemente, ella es un espejo. Está todo ahí..mi carácter, mis dudas y mis miedos, mis mejores momentos y sobre todo, la forma de preguntarme siempre por qué hay un porque para todo. Aunque ahora ella ya no lo hace (o por lo menos eso me ha dicho).
jueves, 11 de octubre de 2012
ainsi soit-il
Ayer me pasó una cosa curiosa. Tengo la costumbre de mirar su blog de vez en cuando y, no sé porque (si, lo sé, pero no lo digo) me puse a leer algo que había escrito hace tiempo, antes de conocerme a mi. Por una asociación estúpida pensé que ese era su estado de ánimo actual. Pero no. Ella sigue feliz, y me alegro. Aún así, le contesté,como si un fantasma del pasado se hubiera parado ahí, en abril, y se sentara con ella a hablar.
No se,tengo la sensación de que todavía vivo en el pasado y que necesito salir. Aunque las cosas han cambiado mucho, en lo esencial todo sigue igual. ¿Y qué sigue igual?...lo de siempre, mi incapacidad para poder dominar los acontecimientos. Siempre pienso en los daños colaterales y me convierto en una persona capaz de inmolarse antes de que todo estalle por los aires. Llego,valoro lo bueno, me meto lo malo en el bosillo y me lo llevo. Así lo hago. Luego, no entiendo porqué la gente no se da cuenta de éste "sacrificio". Quizás sea porque soy yo el que está equivocado y no haya necesidad de salvar a nadie. Ni de hacerme el héroe. Ni tampoco el lanzarme en plancha para parar los golpes de la vida. A partir de ahora, pienso pasar por los acontecimientos de puntillas. O lo voy a intentar. Sólo me falta firmar, pero que no sea con un lápiz o un boli de aquellos cuya tinta se podía borrar.
Tengo 6 cosas en mi cabeza, pero tú no eres ninguna de ellas...puede ser... estaré seguro de ello mañana...
No se,tengo la sensación de que todavía vivo en el pasado y que necesito salir. Aunque las cosas han cambiado mucho, en lo esencial todo sigue igual. ¿Y qué sigue igual?...lo de siempre, mi incapacidad para poder dominar los acontecimientos. Siempre pienso en los daños colaterales y me convierto en una persona capaz de inmolarse antes de que todo estalle por los aires. Llego,valoro lo bueno, me meto lo malo en el bosillo y me lo llevo. Así lo hago. Luego, no entiendo porqué la gente no se da cuenta de éste "sacrificio". Quizás sea porque soy yo el que está equivocado y no haya necesidad de salvar a nadie. Ni de hacerme el héroe. Ni tampoco el lanzarme en plancha para parar los golpes de la vida. A partir de ahora, pienso pasar por los acontecimientos de puntillas. O lo voy a intentar. Sólo me falta firmar, pero que no sea con un lápiz o un boli de aquellos cuya tinta se podía borrar.
Tengo 6 cosas en mi cabeza, pero tú no eres ninguna de ellas...puede ser... estaré seguro de ello mañana...
miércoles, 10 de octubre de 2012
los apóstoles y el concierto punk
El 4 de junio de 1976 en un teatro de Manchester actuaron los Sex Pistols. Asistieron solo 42 personas. Es una cifra ridícula a nivel cuantitativo pero aquella reducida audiencia, después de ver una revelación que ocurrió justo a unos pocos metros suyos, cambió toda la historia del rock y el pop de las dos generaciones siguientes.
No es lo que otros ven. No es siquiera lo que otros te dicen que tienes que ver. Es lo que tú ves y la emoción que te produce. Probablemente sea necesario que ocurra algo especial para que lo consideres. Es vital para que tú mismo te creas que no debes substituir algo que no tienes por algo que tú crees que es mejor. No es así. Tienes que sentir el aviso de que lo que está pasando es lo que tiene que ocurrir de verdad. He racionalizado hasta la saciedad lo que me conviene y no me conviene. He puesto notas a personas y a cosas e incluso he llegado a hacer valoraciones estúpidas. Todo mal hecho. La próxima vez voy a dejarme llevar por sólo un detalle. Sólo uno. Pero ese detalle seguro que va a cambiar mi vida. Como en aquella ocasión en la que me puse a hablar con ella solamente porque le gustaba una canción.
No es lo que otros ven. No es siquiera lo que otros te dicen que tienes que ver. Es lo que tú ves y la emoción que te produce. Probablemente sea necesario que ocurra algo especial para que lo consideres. Es vital para que tú mismo te creas que no debes substituir algo que no tienes por algo que tú crees que es mejor. No es así. Tienes que sentir el aviso de que lo que está pasando es lo que tiene que ocurrir de verdad. He racionalizado hasta la saciedad lo que me conviene y no me conviene. He puesto notas a personas y a cosas e incluso he llegado a hacer valoraciones estúpidas. Todo mal hecho. La próxima vez voy a dejarme llevar por sólo un detalle. Sólo uno. Pero ese detalle seguro que va a cambiar mi vida. Como en aquella ocasión en la que me puse a hablar con ella solamente porque le gustaba una canción.
martes, 9 de octubre de 2012
ayer, por la tarde, hablé con john titor
Me lo encontré de camino a casa y nos fuimos a tomar un café. Me contó que seguía desplazándose por el tiempo y que, aunque reconocía cosas, su futuro no era igual al nuestro. Estaba preocupado por encontrar la solución para miles de programas informáticos que ya no iban bien, porque los ingenieros del futuro se habían olvidado de muchas cosas esenciales para su funcionamiento. Durmió en mi casa y me contó lo que me iba a pasar. Pero no me creí nada. Por la mañana nos fuimos a una chatarrería en la que trabajé y se emocionó al encontrar una placa base de un viejo pentium III. También se llevó antiguas copias gratuitas del windows 98 y una impresora de tinta sin cartucho. Luego le invité a comer. Dijo que, dentro de unos años, tendríamos un grave problema con la carne y los alimentos y que no se iban a celebrar más olimpiadas. Nunca más. Le acompañé a un descampado y debajo de unos toldos viejos estaba la máquina del tiempo. No era lo que me esperaba. Tenia un aspecto desvencijado y se caía a pedazos. Quizás porque el futuro se parecía más a ese artefacto que a algo pulcro y bello. Se fue. Ahora todo me parece diferente. Puede que mi futuro dependa de una puerta mal cerrada, de un libro no leído o de una mirada que nunca, nunca existió. Igual que ese futuro en el que vive john.
lunes, 8 de octubre de 2012
susana,la madre del mp3
Cuenta la leyenda que, justo en el momento que ciertos ingenieros alemanes trabajan en su laboratorio en el famoso codec de compresión mpeg-1 audio layer III, de repente, sonó una canción en la radio: Tom´s dinner. Era un tema a capella pero, aunque en un primer instante hubiera parecido fácil comprimirlo digitalmente, no fue así. Desde aquel momento, Suzanne Vega fue la madre del mp3. Pasados unos años, manifestó estar contenta del hecho que cambió toda la industria musical. Actualmente creo que no lo estaría tanto.
Muchas veces nos obligan a taponar nuestros sentimientos y estados de ánimo. Se trata de no pararse, de seguir. Nos vamos al médico y lo único que se le ocurre, como solución rápida es una receta con unos tristes anxiolíticos que ni siquiera son los reales porque hay que ahorrar con medicamentos genéricos. Nos vamos a casa y aquí no ha pasado nada. Pero sí que pasa. Hay que expulsarlo. No puede quedarse ahí.
Todo se empieza a apelotonar como un disco duro lleno de datos comprimidos hasta que, un día, estalla y ya no funciona nada. No valen ni lo medicamentos reales. A veces me encuentro en esta situación y lloro sin motivo. Como Barry. Hasta que escucho una canción.
No más lexatín ni orfidal..ya no quiero más. Hoy me planto.
Por que no hay motivo para no expulsarlo todo. Al fin de al cabo, no hay emoción barata.
Muchas veces nos obligan a taponar nuestros sentimientos y estados de ánimo. Se trata de no pararse, de seguir. Nos vamos al médico y lo único que se le ocurre, como solución rápida es una receta con unos tristes anxiolíticos que ni siquiera son los reales porque hay que ahorrar con medicamentos genéricos. Nos vamos a casa y aquí no ha pasado nada. Pero sí que pasa. Hay que expulsarlo. No puede quedarse ahí.
Todo se empieza a apelotonar como un disco duro lleno de datos comprimidos hasta que, un día, estalla y ya no funciona nada. No valen ni lo medicamentos reales. A veces me encuentro en esta situación y lloro sin motivo. Como Barry. Hasta que escucho una canción.
No más lexatín ni orfidal..ya no quiero más. Hoy me planto.
Por que no hay motivo para no expulsarlo todo. Al fin de al cabo, no hay emoción barata.
domingo, 7 de octubre de 2012
eva
Escribir (mal) éste blog me cuesta mucho. No estoy acostumbrado a redactar nada y las cosas que me gusta leer carecen de artificios. Prosa sencilla, directa y sin rodeos. Y de la poesía casi ni hablo. Odio a los literatos como Benedetti, empeñados en utilizar en vano la palabra amor. De verdad que los odio.
La conocí en la página de contactos que todos conocéis y que, los que no tenéis pareja y mucho tiempo libre, habréis visitado más de una vez. Seguro. Nos pusimos a hablar rápidamente. Tengo que confesar que utilicé un truco muy viejo con ella y que suelo utilizar con todas las que me interesan. Es algo patético, lo se, pero en el amor y en la guerra bla, bla, bla. A medida que pasaban los días parecía que algo muy especial estaba pasando. Era algo parecido a lo que te pasa cuando te encuentras con alguien que, sin saber cómo, es capaz de acabar tus frases. O sabe lo que piensas cuando tú estás pensando algo...
Quedamos en vernos un sábado, pero el jueves de esa semana no aguantamos más. Allí estaba en un parque, sentada un banco, mientras su hija pequeña jugaba. Ella habla siempre de sentir un flechazo y del amor loco. Pero yo no sentí eso. Fueron sus ojos los que me guiaron directamente a un espejo en el que me veía reflejado. Y sentí amor, pero del bueno, no el de Benedetti. De ese que se te escapa entre los dedos, o que has visto sólo una vez. Me habló de su vida y de lo mal que lo estaba pasando, porque se sentía culpable de las desgracias de otros. También lloró. Tuve ganas de abrazarla pero no lo hice. Cuando llegué a mi casa, me quedé petrificado porque ella era lo que había perdido. Estaba allí. Pero preferí ser cauteloso y no hacerme muchas ilusiones. Mal hecho.
El sábado salimos a dar una vuelta, como en esas viejas citas. No paré de hablar. Sobre todo porque me temía que todo aquello podía salir mal. Pero no fue así. Ella me dio el primer empujón y luego, rápidamente me lancé. Siempre me pasa igual con la gente que me importa. Dormí con ella toda la noche y por la mañana la acaricié. Los siguientes tres fines de semana fui tan feliz que me daba igual todo. Sentía incluso algo de vergüenza por vivir aquello mientras que todo a nuestro alrededor se caía a pedazos.
Luego llegaron las dudas y se quedaron y decidimos dejarlo por sensatez. La eche muchísimo de menos y un día de esos en los que te toca la lotería, me la encontré en un supermercado. Nos reprochamos cosas y jugué a hacerme el interesante. Lo mejor que tenía que haber hecho es decirle la verdad. Pero tampoco lo hice. A pesar de todo, no me pude resistir y la besé de nuevo. El domingo nos despedimos de forma muy cordial, quería que aquello no se acabará pero, no se porqué, no podía ser. Desde entonces estoy unido a ella a través de un hilo muy finito y un blog en el que dice que es feliz. Creo que está curada. Yo mismo le di el alta.
Ahora paso todo los días con mi coche por su casa y me digo a mi mismo que lo que pasó aquellos días de verano fue amor de verdad.
Claro que lo fue. Claro que sí.
La conocí en la página de contactos que todos conocéis y que, los que no tenéis pareja y mucho tiempo libre, habréis visitado más de una vez. Seguro. Nos pusimos a hablar rápidamente. Tengo que confesar que utilicé un truco muy viejo con ella y que suelo utilizar con todas las que me interesan. Es algo patético, lo se, pero en el amor y en la guerra bla, bla, bla. A medida que pasaban los días parecía que algo muy especial estaba pasando. Era algo parecido a lo que te pasa cuando te encuentras con alguien que, sin saber cómo, es capaz de acabar tus frases. O sabe lo que piensas cuando tú estás pensando algo...
Quedamos en vernos un sábado, pero el jueves de esa semana no aguantamos más. Allí estaba en un parque, sentada un banco, mientras su hija pequeña jugaba. Ella habla siempre de sentir un flechazo y del amor loco. Pero yo no sentí eso. Fueron sus ojos los que me guiaron directamente a un espejo en el que me veía reflejado. Y sentí amor, pero del bueno, no el de Benedetti. De ese que se te escapa entre los dedos, o que has visto sólo una vez. Me habló de su vida y de lo mal que lo estaba pasando, porque se sentía culpable de las desgracias de otros. También lloró. Tuve ganas de abrazarla pero no lo hice. Cuando llegué a mi casa, me quedé petrificado porque ella era lo que había perdido. Estaba allí. Pero preferí ser cauteloso y no hacerme muchas ilusiones. Mal hecho.
El sábado salimos a dar una vuelta, como en esas viejas citas. No paré de hablar. Sobre todo porque me temía que todo aquello podía salir mal. Pero no fue así. Ella me dio el primer empujón y luego, rápidamente me lancé. Siempre me pasa igual con la gente que me importa. Dormí con ella toda la noche y por la mañana la acaricié. Los siguientes tres fines de semana fui tan feliz que me daba igual todo. Sentía incluso algo de vergüenza por vivir aquello mientras que todo a nuestro alrededor se caía a pedazos.
Luego llegaron las dudas y se quedaron y decidimos dejarlo por sensatez. La eche muchísimo de menos y un día de esos en los que te toca la lotería, me la encontré en un supermercado. Nos reprochamos cosas y jugué a hacerme el interesante. Lo mejor que tenía que haber hecho es decirle la verdad. Pero tampoco lo hice. A pesar de todo, no me pude resistir y la besé de nuevo. El domingo nos despedimos de forma muy cordial, quería que aquello no se acabará pero, no se porqué, no podía ser. Desde entonces estoy unido a ella a través de un hilo muy finito y un blog en el que dice que es feliz. Creo que está curada. Yo mismo le di el alta.
Ahora paso todo los días con mi coche por su casa y me digo a mi mismo que lo que pasó aquellos días de verano fue amor de verdad.
Claro que lo fue. Claro que sí.
jueves, 4 de octubre de 2012
papelera de reciclaje
Hace unos días, mi hijo, en un ataque de ira, estampó el mando de la tele contra la pantalla. Hay gente que me recomienda constantemente no fomentar el uso de los videojuegos. Muy bien. Pero los demás niños también lo hacen. Lo que pasa es que el nivel de frustración es mayor en él que en los otros. Y claro, pasan cosas como éstas. Su madre me mandó un mensaje, contándome la anécdota y creo que no le había hecho mucha gracia el incidente, sobre todo porque el electrodoméstico en cuestión era nuevo. Me puse a pensar y encontré dos soluciones casi de forma instantánea La primera era bastante pedestre. Mi familia tiene una casa en un pueblo a la que van a parar todos los trastos que nadie quiere, televisores viejos incluidos. Me podía acercar y traerme uno. La segunda requería una gran dosis de descaro. Se trataba de revolver en lo cajones, buscar algo de valor y vendérselo a una de esas tiendas pintadas de amarillo y que compran oro. Con el dinero que se obtenga se hace un fondo común y voilá, problema resuelto. A la madre de mi hijo no le pareció una mala idea así que buscó la joyas (sic) que teníamos guardadas y me las dio en una bolsita de terciopelo negro. Me fui al sitio en cuestión y cuando me dispongo a comenzar la transacción me encuentro con nuestros anillos de casados. La chica que estaba detrás del mostrador me miró y preguntó por ellos. Le dije que eran míos y que ya era una historia pasada. Setenta euros por cada uno. Me fui dándole vueltas y meditando sobre la cantidad de historias que tendría que escuchar la dependienta de tan curioso negocio todos los días. ¿El problema es la crisis o los que se aprovechan de la crisis?. Vaya ud. a saber.
Muchas veces es necesario deshacerse de algunos pesos muertos que nos quedan y de quitarle a las cosas materiales un valor que no tienen. También se pueden canjear por otras distintas.También. Pero no les tenga mucho apego. Se suele decir que si no echas en falta algo en dos años es que ya no existe para ti. Estoy de acuerdo. Por eso, de vez en cuando, hago una limpieza y tiro lo que ya no me importa.
Muchas veces es necesario deshacerse de algunos pesos muertos que nos quedan y de quitarle a las cosas materiales un valor que no tienen. También se pueden canjear por otras distintas.También. Pero no les tenga mucho apego. Se suele decir que si no echas en falta algo en dos años es que ya no existe para ti. Estoy de acuerdo. Por eso, de vez en cuando, hago una limpieza y tiro lo que ya no me importa.
miércoles, 3 de octubre de 2012
el pequeño salvaje
Las mujeres, los libros y los niños. Esas eran las tres obsesiones de Truffaut y , salvando las distancias claro,creo que son las mías. En mi época de estudiante un profesor alardeaba constantemente de que había compartido piso con él. Nunca me lo creí pero, en el supuesto de que fuera cierto, la genialidad no es una enfermedad contagiosa.
Ayer, mi hijo autista, tuvo la primera experiencia con una actividad extraescolar. Parece ser que el deporte le relaja bastante y le ayuda a integrarse dentro de un grupo. Allí estaba yo, explicándole a una chica bajita con un chandal rosa las particularidades de la mente humana. Es habitual también que, cuando cuento su caso, tenga una especie de bula papal y me concedan privilegios especiales. Al principio me molestaba un poco pero ahora he aprendido a vivir de las desventajas. A lo mejor suena un poco cruel pero me facilita la vida en (escasas) ocasiones. Así que, mientras los demás padres vigilaban a sus niños detrás de una verja de hierro, yo estaba en primera fila, viendo el espectáculo. Eso es lo que más me cuesta, ver las cosas desde tan cerca. Me he acostumbrado a vivir con su enfermedad (sí, con todas las letras, enfermedad) y mucho de lo que hace me resulta normal. Pero cuando juega con otros niños es cuando la realidad me aplasta. Es incapaz de atender a ciertas instrucciones y, cuando no ve alguna utilidad en lo que hace, se aburre y tira por la calle de en medio.
Pienso en lo que pasó hace unos cinco años. Me quedaba sólo con él y jugábamos en un pasillo enorme. Le explicaba juegos de pelota pero no entendía porqué no los entendía. Incluso me cabreaba con él. Un año después lo descubrimos. Una profesora dio el primer toque de atención y saltaron las alarmas. Y yo me hundí. Le eche la culpa a todo el mundo como el que se revuelve dando patadas al aire. Pero todo eso ya pasó.
Como el profesor Itard y Victor, mi hijo y yo pertenecemos a otro mundo. Ese mundo está detrás de esa verja verde. Somos esos que nadie quiere ser, si les dieran la oportunidad de elegir. Y de los que se habla en las conversaciones de otros. Pero a mi no me importa por que, al fin de al cabo, todas las flores se inclinan al mismo tiempo mirando al sol.
Ayer, mi hijo autista, tuvo la primera experiencia con una actividad extraescolar. Parece ser que el deporte le relaja bastante y le ayuda a integrarse dentro de un grupo. Allí estaba yo, explicándole a una chica bajita con un chandal rosa las particularidades de la mente humana. Es habitual también que, cuando cuento su caso, tenga una especie de bula papal y me concedan privilegios especiales. Al principio me molestaba un poco pero ahora he aprendido a vivir de las desventajas. A lo mejor suena un poco cruel pero me facilita la vida en (escasas) ocasiones. Así que, mientras los demás padres vigilaban a sus niños detrás de una verja de hierro, yo estaba en primera fila, viendo el espectáculo. Eso es lo que más me cuesta, ver las cosas desde tan cerca. Me he acostumbrado a vivir con su enfermedad (sí, con todas las letras, enfermedad) y mucho de lo que hace me resulta normal. Pero cuando juega con otros niños es cuando la realidad me aplasta. Es incapaz de atender a ciertas instrucciones y, cuando no ve alguna utilidad en lo que hace, se aburre y tira por la calle de en medio.
Pienso en lo que pasó hace unos cinco años. Me quedaba sólo con él y jugábamos en un pasillo enorme. Le explicaba juegos de pelota pero no entendía porqué no los entendía. Incluso me cabreaba con él. Un año después lo descubrimos. Una profesora dio el primer toque de atención y saltaron las alarmas. Y yo me hundí. Le eche la culpa a todo el mundo como el que se revuelve dando patadas al aire. Pero todo eso ya pasó.
Como el profesor Itard y Victor, mi hijo y yo pertenecemos a otro mundo. Ese mundo está detrás de esa verja verde. Somos esos que nadie quiere ser, si les dieran la oportunidad de elegir. Y de los que se habla en las conversaciones de otros. Pero a mi no me importa por que, al fin de al cabo, todas las flores se inclinan al mismo tiempo mirando al sol.
martes, 2 de octubre de 2012
reyes del tequeclén-tequeclén
Tengo un grupo. Bueno, quizás sea más correcto decir que tocó en un grupo. Hace ya muchos años, mis mejores amigos y yo nos animamos a comprar unos instrumentos baratos y lanzarnos a la aventura. Nunca me gustó la idea preconcebida que tiene muchos sobre el tema y, si en algún momento te piensas que lo haces porque mola o porque vas a ligar más, vas por muy mal camino. Lo primero que recomiendo ante todo (más incluso que el tener destreza) es escuchar mucha música. Pero de la buena.
En aquel momento nos comprábamos muchos discos. Siguen siendo unos objetos de arrebatadora belleza. No sólo por el contenido musical. Muchas veces ( las que más ) mientras los disfrutaba, me quedaba horas y horas escudriñando cada rincón de sus portadas. Recuerdo incluso una fotografía bellísima en la que Jean Marais se apoyaba con los ojos cerrados a un espejo. Creo que toda esa iconografía es importante. Te ayuda a situarte, a buscar referencias. Una reseña o una cita te lleva a otra. Literatura, cine, arte...todo está ahí, pero hay que destaparlo.
Mientras tanto, nosotros seguíamos ensayando. Los domingos era nuestro día en un pequeño local alquilado. Cuando tuvimos los temas suficientes (o más bien creo yo cuando dejamos de tener vergüenza) nos atrevimos a hacer nuestros primeros directos. Eran muy caóticos pero también muy divertidos. De todos ellos aprendí algo que nunca te enseñan en la escuela del rock : que, realmente, tu momento estelar suele durar entre 30 y 45 minutos. El resto es todo preparación y cargar muchos bultos... y todos muy pesados. También hay multas de tráfico por aparcar mal, muchos bocadillos y sacos de dormir. Pero creo que el que lo ha hecho una vez lo vuelve a hacer.
Así que te preparas constantemente para momentos que duran muy poco pero que se disfrutan mucho. Y repites. Claro que repites. Como la vida misma.
En aquel momento nos comprábamos muchos discos. Siguen siendo unos objetos de arrebatadora belleza. No sólo por el contenido musical. Muchas veces ( las que más ) mientras los disfrutaba, me quedaba horas y horas escudriñando cada rincón de sus portadas. Recuerdo incluso una fotografía bellísima en la que Jean Marais se apoyaba con los ojos cerrados a un espejo. Creo que toda esa iconografía es importante. Te ayuda a situarte, a buscar referencias. Una reseña o una cita te lleva a otra. Literatura, cine, arte...todo está ahí, pero hay que destaparlo.
Mientras tanto, nosotros seguíamos ensayando. Los domingos era nuestro día en un pequeño local alquilado. Cuando tuvimos los temas suficientes (o más bien creo yo cuando dejamos de tener vergüenza) nos atrevimos a hacer nuestros primeros directos. Eran muy caóticos pero también muy divertidos. De todos ellos aprendí algo que nunca te enseñan en la escuela del rock : que, realmente, tu momento estelar suele durar entre 30 y 45 minutos. El resto es todo preparación y cargar muchos bultos... y todos muy pesados. También hay multas de tráfico por aparcar mal, muchos bocadillos y sacos de dormir. Pero creo que el que lo ha hecho una vez lo vuelve a hacer.
Así que te preparas constantemente para momentos que duran muy poco pero que se disfrutan mucho. Y repites. Claro que repites. Como la vida misma.
lunes, 1 de octubre de 2012
sirenas
Como todos los lunes y miércoles y desde hace ya tres años, tengo mi ritual. Baño y le doy la cena a mi hijo. Después, recorremos los escasos quince kilómetros que separan la casa en la que vivo de la casa de su madre. En el viaje de ida casi nunca escuchamos música, sólo noticias. Parece ser que a él le relaja más. Pobre. Si se diera cuenta alguna vez de lo que hablan. Pasados unos veinte minutos, mi ex mujer nos espera en la calle, junto al portal. Hace tiempo decidimos que, para evitarnos malos tragos, todo este protocolo fuera lo más aséptico posible. Según la R.A.E. la palabra en cuestión alude a algo que carece de emoción y sentimiento. Así es, después de tanto tiempo, ya me he acostumbrado a dar información sobre mi hijo de la forma más hierática posible. Ella también comparte la suya conmigo y después de despedirme, arranco el coche y me voy. Después busco un cd para que la música me acompañe durante el viaje de vuelta. Es un momento muy intimo en el que no escojo de antemano lo que voy a escuchar. Hace ya un tiempo (y no me preguntéis porqué) grabo los discos que me gustan sin títulos. Hubo un día en el que perdí la capacidad de sorprenderme y fue entonces cuando empecé a hacer cosas tan raras como éstas. Quizás esperaba que mi estado de ánimo coincidiera alguna vez con ese disco sorpresa. Hoy pasó. Liz me ayudaba a llegar a mi destino.
Ya es de noche. Desde la autopista, una enorme luz en movimiento señala el lugar en el que viven las sirenas. Estuve allí una sola vez, pero no eran como yo me las había imaginado. Hablan mucho, te dicen lo que quieres oír y luego se van. Hay gente que lo da todo sólo por verlas unos pocos minutos. Y es verdad.
Llego a un túnel y la luz deja de verse. Pero están allí,todos lo saben. Ya me falta poco para llegar a casa.
Liz deja de cantar y el motor se para. Ya no están, se han ido. Puede que mañana me encuentre con alguna. Pero por el día se parecen a las demás. Ni siquiera cantan.
Ya es de noche. Desde la autopista, una enorme luz en movimiento señala el lugar en el que viven las sirenas. Estuve allí una sola vez, pero no eran como yo me las había imaginado. Hablan mucho, te dicen lo que quieres oír y luego se van. Hay gente que lo da todo sólo por verlas unos pocos minutos. Y es verdad.
Llego a un túnel y la luz deja de verse. Pero están allí,todos lo saben. Ya me falta poco para llegar a casa.
Liz deja de cantar y el motor se para. Ya no están, se han ido. Puede que mañana me encuentre con alguna. Pero por el día se parecen a las demás. Ni siquiera cantan.
domingo, 30 de septiembre de 2012
los hikikomoris
Estar en el paro te da tiempo para muchas cosas. En mi caso, he decidido emplearlo (y por éste riguroso orden) en : mi hijo, chapuzas varias, leer y ver películas que ya había visto. Y me paro en éste último punto para repasar parte de la filmografía de uno de mis directores favoritos: Yasujiro Ozu. Vi por primera vez sus películas cuando era un estudiante en Madrid, allá por el año 96. Tengo que reconocer que, en un primer momento, me dejé llevar por ese halo pedante que arrastra. La verdad es que "molaba" mucho hablar de su cine y de lo guay que era su puesta en escena. Pero no fue hasta unos años después, en la intimidad de mi habitación, cuando descubrí realmente el verdadero significado de su cine. Me quedé asombrado de cómo podía construir historias (en las que todos nos podíamos reconocer) a partir de argumentos aparentemente tan sencillos. En su cine hay familias con problemas. Existen grandes espacios generacionales en blanco. Pero aun así, siempre llama la atención la relación de respeto tan bonita y tan reconocible que existe entre niños y abuelos. Por ejemplo en " Principios de Verano" (1951) los niños le gastan bromas (a veces algo pesadas) a su anciano abuelo pero siempre sin ninguna maldad, como esos que dicen o hacen algo grave y no lo saben. En "Buenos días" (1959) el conflicto se crea a partir de un televisor, cómo el que podría pasar en cualquier casa por culpa de una consola de videojuegos. Aún así, esos niños ya nos adelantan que el momento que han vivido sus abuelos e incluso sus padres ha desaparecido (o va a desaparecer).
Los hijos de éstos niños ahora es gente que no sale de su habitación porque le parece que ya lo tienen todo. Incluso nosotros, muchas veces, hacemos lo mismo. Ya no hay necesidad de entablar relaciones familiares. Las desavenencias que existían entre los personajes de su cine son ahora aun mayores. Es más, en algunos casos, el respeto se ha tornado en un profundo egoísmo. Y nos cabreamos si nuestra conexión de internet no funciona ese día. ¿Que el móvil no tiene cobertura?...vaya,que putada.
A lo mejor, sólo necesitamos abrir una puerta para darle un abrazo a alguien. O quedar para tomar un café y simplemente, no decir nada. O decirle a alguien lo que realmente nos pasa, sin necesidad de encender un pantalla.
Los hijos de éstos niños ahora es gente que no sale de su habitación porque le parece que ya lo tienen todo. Incluso nosotros, muchas veces, hacemos lo mismo. Ya no hay necesidad de entablar relaciones familiares. Las desavenencias que existían entre los personajes de su cine son ahora aun mayores. Es más, en algunos casos, el respeto se ha tornado en un profundo egoísmo. Y nos cabreamos si nuestra conexión de internet no funciona ese día. ¿Que el móvil no tiene cobertura?...vaya,que putada.
A lo mejor, sólo necesitamos abrir una puerta para darle un abrazo a alguien. O quedar para tomar un café y simplemente, no decir nada. O decirle a alguien lo que realmente nos pasa, sin necesidad de encender un pantalla.
viernes, 28 de septiembre de 2012
llamadas perdidas
Nos vamos de viaje. Mi hermana y yo saltamos en una cama, solos, en la habitación de un hotel. ¿Me ayudas a hacer los deberes?. ¿Me tomas las lección?. ¿Me dibujas una lámina?. Papel de plata. He comprado un vídeo...graba cosas de la tele. Un viaje en coche. Han venido preguntado por él pero dice que se acabó.
Yo le creo.
Ha vuelto. Me voy Madrid.¿ Te gustaría hacer una fiesta?. ¿Te gusta el vicio?. No aguantamos más. Te tienes que venir. Nosotras le dejamos. Me quedo.Ven a buscarme. Estoy sentado en un banco, al lado del conservatorio. Voy en un taxi . El parque está llenó de vasos tristes. Ahora échate en la cama.¿Me ayudas a hacer los deberes?. ¿Me tomas la lección?. ¿Me dibujas una lámina?. Mañana hablamos. Hoy ya es la última, la última, de verdad que sí.
Los espíritus de Giulietta
Yo le creo.
Ha vuelto. Me voy Madrid.¿ Te gustaría hacer una fiesta?. ¿Te gusta el vicio?. No aguantamos más. Te tienes que venir. Nosotras le dejamos. Me quedo.Ven a buscarme. Estoy sentado en un banco, al lado del conservatorio. Voy en un taxi . El parque está llenó de vasos tristes. Ahora échate en la cama.¿Me ayudas a hacer los deberes?. ¿Me tomas la lección?. ¿Me dibujas una lámina?. Mañana hablamos. Hoy ya es la última, la última, de verdad que sí.
Los espíritus de Giulietta
jueves, 27 de septiembre de 2012
el (verdadero) pack del mamandurrio
El trabajo es esa cosa que cambian por dinero. Yo he trabajado muchas veces y en muchos sitios distintos. He colocado latas en las estanterías de unos grandes almacenes y he dado clases a gente sobre los temas que me apasionan. Ahora estoy en paro. Me quieren hacer sentir culpable de muchas cosas. Hacen creer a la gente que, si no trabajas, es porque no lo buscas, porque (dicen que) trabajo hay . También me echan la culpa de que gasté más de lo que tenía y de que viví por encima de mis posibilidades. Y yo me preguntó ¿utilizar todas las posibilidades que tienes a tu alcance es tan malo?. Hay gente que lo ha hecho y creo que no tiene porque pagar los platos rotos. Repaso mentalmente éstos últimos años en lo que (se supone) éramos todos ricos y felices. ¿Y qué es lo que tengo?. Yo te lo digo. Una hipoteca, un coche que se cae a pedazos y unos ahorros que, cualquier día, desaparecen.
Me asombran los silogismos estúpidos que como mantras que se repiten constantemente en los medios de comunicación. "Lo que hay que hacer,se hará y se va a hacer porque nos conviene". Así, sin más. No hay explicaciones. Cuando le daba clase a mis alumnos les decía que, cuando les tocara trabajar con niños, no se esforzaran en explicarles ni el guión ni el estado de ánimo...vamos,que hicieran lo que se les mandaba. Y que los mejores actores son aquellos que no se acababan de ver en el personaje. Así nos están tratando. Así se ha de salir de la crisis. Domesticados a tope,baby.
Los debates pornográficos en los que algunos contertulios vomitan mierda del estilo "el estado paternalista ya no existe" me hacen preguntarme si esa caja rectangular llena de cables sirvió alguna vez para algo. Mi hijo me hace caer en la cuenta de lo que se ve por la ventana y apago la tele. Voy corriendo a por mi cámara y le hago una foto.
No se, pero creo que, en algunos casos (espero que en muchos) lo que está pasando nos va a hacer mejores. Sí,de verdad que lo creo.
p.d. el pack del mamandurrio consta de dni ,cartilla del paro, libro de familia,certificado de discapacidad (tuyo o de tu hijo),sentencia de divorcio y cita previa en el inem .
Me asombran los silogismos estúpidos que como mantras que se repiten constantemente en los medios de comunicación. "Lo que hay que hacer,se hará y se va a hacer porque nos conviene". Así, sin más. No hay explicaciones. Cuando le daba clase a mis alumnos les decía que, cuando les tocara trabajar con niños, no se esforzaran en explicarles ni el guión ni el estado de ánimo...vamos,que hicieran lo que se les mandaba. Y que los mejores actores son aquellos que no se acababan de ver en el personaje. Así nos están tratando. Así se ha de salir de la crisis. Domesticados a tope,baby.
Los debates pornográficos en los que algunos contertulios vomitan mierda del estilo "el estado paternalista ya no existe" me hacen preguntarme si esa caja rectangular llena de cables sirvió alguna vez para algo. Mi hijo me hace caer en la cuenta de lo que se ve por la ventana y apago la tele. Voy corriendo a por mi cámara y le hago una foto.
No se, pero creo que, en algunos casos (espero que en muchos) lo que está pasando nos va a hacer mejores. Sí,de verdad que lo creo.
p.d. el pack del mamandurrio consta de dni ,cartilla del paro, libro de familia,certificado de discapacidad (tuyo o de tu hijo),sentencia de divorcio y cita previa en el inem .
miércoles, 26 de septiembre de 2012
los abollones de mi coche
Cuando miro mi coche veo cosas que me han pasado en éstos tres años. Los hombres tenemos (a veces) una dependencia enfermiza por nuestra pareja. Entramos en una relación sin atender y nos vamos (sobre todo cuando nos echan) con una perplejidad extrema. Nos preguntamos que fue lo que paso. Y hasta que llegamos a recomponer todas las piezas pasa un tiempo. Durante todo ese tiempo, vagabundeamos sin encontrar una dirección concreta. Hace un año y medio descubrí, casi por casualidad , que mi ex podía tener otra relación. Todavía pensaba que me quería (no era verdad) por que mi razonamiento era muy estúpido : "como yo todavía la quiero, no puede pasar". Ya. Pero no íbamos a la misma velocidad. Así que, mientras ella me fue negando que tuviera novio, nos fuimos sincerando. Me habló de un tal Luis...un tío que había conocido en un bar de copas y que, según ella , se lo curró. Yo le hablé de Ana, una que también había conocido en un bar, y que podía haber sido Vanessa (sic) o María...Mucha sinceridad ante todo. Me fui un poco contrariado porque no sabía lo que había hecho. Aquella noche de sábado salí hasta las tantas y bebí mucho. Me encontré a unos viejos amigos en el mismo bar en el que ella había conocido a Luis. En aquel momento, me la imaginé con él y no me podía creer lo que había pasado.¿Qué me esperaba?. Había sido culpa mía, porque no lo había visto. Cuando pasan cosas como éstas, los hombres hacemos estupideces y yo hice una : lo pagué con mi coche. En medio de la autopista me quedé dormido por unos segundos. El chirrido del quitamiedos me despertó súbitamente. Llegué a una casa en la que duermo y que no es mía. Por la mañana vi lo que había pasado. Un enorme abollón que todavía está ahí.
Me había dado cuenta.
Me había dado cuenta.
martes, 25 de septiembre de 2012
se paró el reloj de arena
Mi padre no creía e dios, ni yo tampoco. Pero creía en los recuerdos. Lo mismo me pasa a mi. Nuestra relación no fue nunca perfecta y tuvo altibajos. Vivió muy intensamente y hubo algunas sombras en su vida que, poco a poco,se fueron disipando. Pero creo que él siempre me veía como si yo fuera su espejo. Heredé parte de su carácter...una dualidad continua de estados de ánimo...unos días era capaz de comerse el mundo y otros (los que menos) le apetecía meterse en la cama y no levantarse. Estaba enfermo y yo lo sabía muy bien. Y llego el cáncer...
Esos dos años fueron muy difíciles pero, aún así, se preocupaba constantemente por todos..y sobre todo por su nieto. Lo viví en primera persona porque me acababa de divorciar y me fui a vivir con ellos. Allí,en aquella casa pasamos meses muy duros... y días todavía peores.
Sus salud se deterioraba y su cabeza era un maremágno de ideas confusas sobre el porqué de la situación por la que pasaba.
Le recuerdo perfectamente un día en el hospital. Ese día me habló de todo y de como tenía una dependencia casi enfermiza de ella. Me dijo que ya estaba bien y que eso no era nada bueno. Que ya no me quería y que, probablemente, no me iba a querer nunca más. Tenía razón. Luego me obligó a marcharme. Estaba cansado y quería dormir.
A los pocos días, nos lo llevamos a casa. Un día del mes de septiembre se paró el reloj de arena. Llamamos a los servicios funerarios y mientras llegaban, una doctora muy jovencita certificó su muerte
"Está muertín, eh..nenina?". Eso le dijo mi madre. Luego,yo mismo, ayudé a meterlo en una bolsa y a bajarlo por las escaleras de madera que él mismo había hecho. Y así se fue. Al día siguiente, en el tanatorio, me di cuenta de lo poco que nos gustan los muertos y de lo rápido que nos gusta deshacernos de ellos...
376 días
Esos dos años fueron muy difíciles pero, aún así, se preocupaba constantemente por todos..y sobre todo por su nieto. Lo viví en primera persona porque me acababa de divorciar y me fui a vivir con ellos. Allí,en aquella casa pasamos meses muy duros... y días todavía peores.
Sus salud se deterioraba y su cabeza era un maremágno de ideas confusas sobre el porqué de la situación por la que pasaba.
Le recuerdo perfectamente un día en el hospital. Ese día me habló de todo y de como tenía una dependencia casi enfermiza de ella. Me dijo que ya estaba bien y que eso no era nada bueno. Que ya no me quería y que, probablemente, no me iba a querer nunca más. Tenía razón. Luego me obligó a marcharme. Estaba cansado y quería dormir.
A los pocos días, nos lo llevamos a casa. Un día del mes de septiembre se paró el reloj de arena. Llamamos a los servicios funerarios y mientras llegaban, una doctora muy jovencita certificó su muerte
"Está muertín, eh..nenina?". Eso le dijo mi madre. Luego,yo mismo, ayudé a meterlo en una bolsa y a bajarlo por las escaleras de madera que él mismo había hecho. Y así se fue. Al día siguiente, en el tanatorio, me di cuenta de lo poco que nos gustan los muertos y de lo rápido que nos gusta deshacernos de ellos...
376 días
lunes, 24 de septiembre de 2012
no soy un ROBOT
Bueno,allá voy...Llevo una larga temporada en el fb y creo que se me viene un poco corto a la hora de contar lo que me pasa. Primero me presento...soy un chico (bueno, tener cuarentaipocos a lo mejor me convierte en un tío maduro..pero creo que no es el caso...no se,los que me conozcan a lo mejor no opinan igual) y llevo divorciado 3 años...Me casé muy enamorado pero desde que nació mi hijo,que ahora tiene 7,sufrí una transformación.Al parecer, los hijos vienen sin manual de instrucciones y éste ,en concreto, era un libro de más de 200 páginas. Y se a ésto le añadimos que a los tres años se le diagnosticó un TEA (que es una forma estúpida de enmascarar la palabra AUTISMO) la cosa se complica más...además de ésto sufrí otros golpes de la vida que tuvieron como consecuencia un cortocircuito de mi cerebro..ya no era YO. Así que me aparté a un lado y seguí jugando a ver que pasaba...Y pasaron muchas cosas...ahora vivo en una casa en el campo, alejado del mundanal ruido, como dicen... pero que, a veces ,me llega a agobiar un poco...volver a vivir con mi madre no me sienta muy bien. En cuanto a mi hijo, las cosas parecen ir bastante mejor...lo veo casi todos lo días y creo que veo mejoría...se que necesitará ayuda siempre pero me preocupo de vivir sólo el día a día...Mi relación con mi ex es BUENA aunque en futuros posts ya os contaré (si alguien lo lee, claro) que fue lo que PASÓ...y también de mi vida y de lo duro que es ser heterosexual (bueno,supongo que será igual en todos los casos...era sólo una broma)...Como resumen creo que me tomo la vida con más coña...total,que más cosas pueden pasar?...una crisis,quedarte sin trabajo, enfermedades y tal y cual? joder,si ya tuve una de cada...
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